Los Festejos

        Al igual que en el Ayuntamiento había personas que representaban al conjunto, el grupo de mozos tenía unos representantes que estaban obligados, fundamentalmente a participar en la organización de los festejos, y que eran conocidos como los Mayordomos.

Era a estos representantes a los que se les entregaba el dinero cuando algún chico llegaba a la edad requerida, y ellos a su vez convocaban, mediante la llamada con un cuerno, al resto de mozos que se reunía en la taberna a deliberar, entre chato y chato, si se admitía o no al nuevo miembro. Las deliberaciones duraban tanto como el dinero entregado por el aspirante, y se daba por hecho su admisión, aunque tanto mayor era el prestigio que alcanzaba el nuevo y más calurosamente se le recibía, cuanto más tiempo hubieran estado los mozos en el “Centro de Reuniones”.

De las Memorias de Adolfo Varillas González (Casafranca 1902-1991)