SAPO DE ESPUELAS Pelobates cultripes (Cuvier, 1829)
Reino |
Animalia |
Filum |
Chordata |
Clase |
Amphibia |
Orden |
Anura |
Familia |
Pelobatidae |
Género |
Pelobates |
Descripción: Sapo de apariencia robusta y de talla mediana. La longitud total máxima se sitúa en 125 mm, aunque por lo general presentan tallas menores, siendo las hembras más grandes que los machos. No presenta tímpanos externamente visibles, ni tampoco glándulas parotídeas aparentes.
Los ojos presentan la pupila vertical con el iris de color plateado, amarillento o verde, con reflejos metálicos y un fino reticulado oscuro. Los tubérculos metatarsianos están muy desarrollados y endurecidos, formando una espuela de color negro. La piel es lisa y brillante. La coloración dorsal es variable: blanquecina, amarillenta, grisácea, verdosa o parda, a menudo con presencia de manchas pardas o verdosas más oscuras.
Ventralmente presentan tonos blanquecinos, amarillentos o grisáceos, a veces con manchas oscuras
Hábitat: Suelen encontrarse en lugares con sustrato arenoso o al menos poco compactados que les permitan enterrarse sin dificultades. Los hábitats que ocupan son variados, pudiendo encontrarse en zonas boscosas, como encinares y pinares, pero también en zonas abiertas, como campos agrícolas, pastizales, dunas, marismas, vegas fluviales, etc
Su distribución queda prácticamente restringida a la zona mediterránea de la Península Ibérica adentrándose por la costa sureste de Francia hasta las estribaciones de los Alpes Marítimos y apareciendo de forma aislada en la costa atlántica francesa.
En la Península Ibérica está ausente en la franja cantábrica, así como en los Pirineos centrales y occidentales. Además escasea en el cuadrante sudoriental, faltando en las zonas más áridas del sureste peninsular.
Biología: Esta especie depreda sobre una amplia variedad de invertebrados que incluye gusanos, caracoles, saltamontes, grillos y escarabajos. Las larvas se alimentan de microorganismos, de restos vegetales y animales, pequeños crustáceos, puestas de otros anfibios e incluso pueden practicar el canibalismo si se encuentran en grandes densidades.
Para protegerse durante los periodos de inactividad se entierran verticalmente y hacia atrás utilizando los espolones presentes en las patas posteriores.
Como reacción defensiva hincha su cuerpo y emite sonidos similares a maullidos
En zonas de clima suave, como en regiones costeras del sur de Portugal y Andalucía presentan una época de reproducción larga que se puede extender desde octubre hasta marzo. En la mitad norte la época de reproducción se sitúa entre diciembre y mayo, pero en zonas de inviernos fríos, como por ejemplo en la meseta norte, el comienzo de la misma no tiene lugar hasta finales de febrero
La migración hacia los puntos de reproducción se ve fuertemente influenciada por la humedad ambiental y la temperatura, pudiendo prolongarse hasta más de un mes y ocurriendo bien de forma continua o bien en sucesivas oleadas. Machos y hembras emiten llamadas bajo el agua.
La puesta varía entre 1.301 y 4.042 huevos
El desarrollo larvario dura entre tres y cuatro meses. Los individuos metamórficos, todavía con restos de cola, abandonan el agua con una talla que varía entre 18,2 y 34,1 mm. Se alimentan de vegetales, lo que tiene un importante efecto en las charcas temporales. Pueden acortar su periodo larvario en respuesta a la disminución de los niveles de agua de las charcas.
Estatus y protección:
Categoría global IUCN (2008): Casi Amenazada (NT).
Categoría España IUCN (2002): Casi Amenazada (NT).
Fuente: http://www.vertebradosibericos.org/
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